Los Alimentos Adelgazantes Deberán Probar Que Lo Son
En mayo pasado el gobierno español aprobó una reglamentación que obligará a todos los productos que se publiciten como adelgazantes (bajos en calorías, saciantes,...) a demostrar de manera científica sus propiedades.
La ley exigía, hasta ahora, demostrar sus propiedades a los productos que presentaran en su publicidad propiedades saludables, por ejemplo determinadas grasas que ayudarían a evitar problemas circulatorios, sin embargo los productos adelgazantes no encajaban claramente en esta categoría.
Ahora pasan a quedar regulados, en aplicación de una norma europea promulgada durante el pasado año que obligaba a ello.
De esta manera, a partir de ahora, esas empresas que aleguen por medio de su publicidad que el producto que ofrecen es adelgazante, saciante, bajo en calorías o mensajes publicitarios similares, deberán proceder a demostrarlo antes frente la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea.
La finalidad es garantizar una información más correcta y confiable al consumidor.
Otro aspecto a considerar es que, también, toda aquella información publicitaria que se dé sobre el producto (referente a sus propiedades saludables, así como también a la manera en que consiguen sus efectos saciantes, etc.), deberá ser sencilla y correctamente entendida por el consumidor medio. Es de esta forma que se evitarán descripciones difíciles de entender pero que consiguen su objetivo de convencer debido a que dan la sensación de ser científicas sin realmente serlo.
Es muy importante resaltar que se renueva la prohibición de anunciar el ritmo o la magnitud de la pérdida de peso que puede llegar a conseguirse con determinado producto, debido a que esto puede fomentar formas de conductas nutricionales inadecuadas, como, por ejemplo, la anorexia. Además, dicho ritmo de pérdida de peso puede llegar a experimentar enormes variaciones debido a infinidad de factores (características personales de aquel que se somete a dieta, realización o no de ejercicio, etc.) y, por último, destacar el hecho de que su importancia es, en realidad, mucho menor que lo que la gente cree.
Sea bienvenida , pues, esta normativa, ya que aumenta las garantías para los consumidores y colabora a evitar comportamientos fraudulentos de algunos fabricantes más preocupados por sus beneficios que por la economía y, sobre todo, la salud de sus clientes. Más Información...